Bretaña

Bretaña, la región de Francia costera ubicada más al noroeste, ¡la región milenaria de leyendas, magia y celtas!
Esta tierra se caracteriza por su riqueza cultural, histórica y su pueblo; conocido por su carácter rudo y su profundo arraigo a sus raíces y tradiciones.
Pero no solo eso, porque Bretaña también se conoce por su riqueza culinaria, con la mantequilla salada, marisco, sidra, crêpes y galettes como emblema.

Tradición culinaria

Antiguamente, Bretaña era una región con difíciles condiciones de vida debido a su ubicación aislada. Pero, a su vez, es esta misma ubicación la que le aporta su riqueza gastronómica.

Marisco

Con el océano Atlántico a sus pies, el marisco forma parte de la cultura bretona desde tiempos inmemorables. Con sus capturas del mar, fueron los marineros los que comenzaron a preparar sopas y guisos, las cuales han llegado a formar parte y ser muy queridas en las cocinas bretonas.

Trigo Sarraceno

Aprovechando esta cercanía al océano, se facilitó, en gran medida, el transporte de nuevos productos a Bretaña. Es así, como llegó, para quedarse, el trigo sarraceno en el s.XV desde Asia Menor. Gracias a su fácil cuidado y crecimiento, este pseudocereal se instaló rápidamente en la agricultura bretona, llegando a suponer más del 20% de los cultivos en Costas de Armor e Ille y Vilaine durante el s.XIX

Galettes

Con la popularidad del trigo sarraceno y las múltiples propiedades del mismo, surgieron las galettes. Gracias al trigo sarraceno, los bretones crearon una masa más esponjosa e intensa de sabor, lo que la hacía idónea para rellenarla con cualquier ingrediente salado. Cada familia tiene una receta original de galettes, transmitida, únicamente, de madres a hijas.

Crêpes

A pesar de que los crêpes sean consumidos a lo largo de toda Francia, su origen se remonta en Bretaña; en donde se conocen como krampouezh. La principal diferencia entre los crêpes y las galettes es el tipo de trigo que se utiliza para su elaboración siendo, estos primeros, elaborados con trigo blanco.

Sidra Bretona

La sidra ya formaba parte del día a día de los bretones desde antes del s.XIX

Bretaña es una tierra rica en manzanos, lo que ha ido evolucionando hasta originar esta burbujeante bebida típica de la región. Con un sabor un tanto amargo, esta sidra se bebe, acorde con la tradición, en cuencos y su consumo está popularmente acompañado por una crêpe o galette.

Mantequilla salada

La mantequilla es un producto que se suele utilizar en toda Francia, pero, en Bretaña tiene una peculiaridad… ¡es salada!

Una de las razones es porque, desde la Edad Media, Francia aplicó un impuesto a la sal conocido como gabela. Este impuesto que logró instalarse en todo el país no llegó a Bretaña, por lo que fue la única región en producir y utilizar mantequilla salada en sus platos.

Es con esta mantequilla con la que se sigue preparando, hoy en día, propuestas tan populares y deliciosas como el Salidou o caramelo de mantequilla salada.

Annaick

Es en los años 50 es donde comienza nuestra historia, ¡la historia de Annaick! Nacida en la región de Bretaña, Annaick trabajaba, junto a su marido, en una charcutería de su propiedad. Pero Annaick tenía otros planes, unos planes que comenzaron con un viaje en donde el azar, y su pasión por compartir sus tradiciones, juegan un papel fundamental. Es así como Annaick decide hacer una maleta que cambiaría el transcurso de la historia…

Saint Tropez

En 1959 llega Annaick a Saint Tropez con el mismo objetivo del que se fue de Bretaña… montarse una crêperie. Durante su viaje Annaick se dio cuenta de una cosa muy importante, y es que no encontró ningún sitio en donde pudiera disfrutar de sus, tan conocidas para ella, galettes; lo que le impulsó, todavía más, a perseguir su sueño.

Así es como, Annaick alquiló un viejo garaje de barcos y, gracias a sus planchas redondas, comenzó a comercializar y dar a conocer esa tradición tan suya, ¡las galettes y crepes!

La Creperie Bretonne de Annaick fue todo un éxito en esta ciudad Mediterránea. Esto no podía quedar aquí…

Creperie Bretonne Annaick

Es así como siguiendo la receta original de Annaick, sus hijas y su nieto deciden seguir este viaje a lo largo del Mediterráneo, llegando y bajando por España. Lo que nos lleva a hoy en día… 5 creperies con una misma esencia y carácter, ¡el de Annaick!

Además de ello, todas nuestras creperies mantienen un elemento común… Y es que la cocina sigue formando parte de nuestro viaje, un viaje que todavía no ha terminado… ¡las cocinas son un autobús!